22 Mar 2013

Off.

Deseo apagarme.
Deseo apagarme como una vela que ilumina, y que deja de emitir su luz. Una vela que no puede más. Se gasta. Simplemente deja de iluminar.
Pues eso es lo que quiero yo, dejarme ir.
Quiero desaparecer de este mundo. Quiero carecer de importancia. Me quiero cavar una tumba, y quedarme dentro.
Quiero que toda la luz que brilla en mí deje de brillar. Aunque no sea mucha.
No quiero vivir en este sitio.
Miedos. Inseguridades. Baja autoestima. Nula confianza en mí misma.
Deseo apagarme.
Lo necesito.
¿Realmente esos capullos siguen ahí? Sí. Siguen ahí. Ahora sus armas están guardadas. Pero pronto se irá la calma.
Lo que me atormenta de verdad es pensar en los fantasmas. Los fantasmas de las inseguridades que me han provocado ellos.
Me miro en el espejo y siento odio. Me doy asco. Antes me veía gorda. Bajé un poco de peso. Continúo mirándome y viéndome gorda. Ya no es cuestión de peso. Es cuestión de aceptación. No me quiero. Me detesto. Odio mis pies. Odio mis piernas. Odio mi nariz. Me odio todo.
Entonces me miro a los ojos. Veo que sí, son preciosos. Pero ellos solo son capaces de devolverme una mirada triste. Una mirada que refleja cuánto debo cambiar. Están cargados de tristeza. De ira. De rabia. De ganas de explotar y ser feliz. Son ojos con ganas de brillar. Pero mi mente no tiene ganas de producir luz. Mi mente tiene ganas de apagarse. Por el simple hecho de no sentir. De dejarse ir. De ser ignorada, para que no me miren y tengan razones para meterse conmigo por ser yo.
Deseo apagarme.
Pero aún deseo más brillar como nunca lo he hecho.
Sin embargo, para ello, tengo que quererme. Cosa que nunca antes he hecho, y que por más que lo intento, me parece absurdo.
Es absurdo querer a alguien que esconde sus esperanzas para dejar de sufrir, en vez de ir y realizar sus sueños.
Y lo peor es que por mucho que me odie, no podría ser otra persona que no sea yo.
A pesar de que me odie cuando me mire el espejo, sé que estoy haciendo algo por el mundo. O al menos lo intento. Intento parar a los sádicos toca pelotas. No quiero que nada pase por las burlas. No quiero. Y eso hace que cuando me mire al espejo, al menos pueda mirarme con un poco de dignidad.
Me he contradicho tanto en esto que he escrito, que no sé ni  qué conclusión sacar.
Dímelo tú.
Supongo que es un todo o nada. Brillar o apagarme. Es cuestión de enfrentarme al mundo y arriesgar.

4 Mar 2013

Fuck all.

Soy eso que odias
Soy eso que criticas
Soy eso que no soportas
Pero "soy eso" que a diferencia de ti
tiene corazón, cosa que tú,
NUNCA tendrás.