Lullaby

Y tengo miedo de que el señor araña se acerque en la oscuridad y me atrape en esa tela que tan bien teje él, mientras siento cómo mi respiración se va convirtiendo en silencio, y el susurro de sus despiadadas garras lo sustituye.

Pero no le importaba.

Y sus labios pálidos dañados seriamente por el frío mordió, y un ligero sabor a sangre notó en su boca; pero no le importaba.
Y la lluvia suavemente empezó a caer, se mojaba ya que no tenía su clásico paraguas de los lunares verdes; pero eso no le importaba.
Y sus zapatos nuevos de tela, aquellos que le costaron tanto conseguir y que eran tan bonitos, se ensuciaron al pisar un charco de agua; pero eso no le importaba.
Y una brisa de aire frío, que para ella fue gélido, la rodeó, y tan solo vestía un vestido de flores con una rebeca de lana; pero eso no le importaba.
Y sus manos, que siempre estaba frías, ese día también lo estaban, y sus delicados dedos mostraron un color rojo oscuro; pero eso no le importaba.
Y su pelo rubio, corto y ensortijado fue mecido por el aire que corría en ese instante, tapándole la cara, y molestándole; pero eso no le importaba.
Y el mundo que veía tras su montura color azul, estaba cada vez más difuso por aquellas gotas de lluvia, y sus ojos marrones no sabían muy bien cómo ver; pero eso no le importaba.
Y sus pensamientos pesimistas aparecieron, destrozando cada trocito de su interior, haciéndole creer la persona más desgraciada del mundo, porque solo el frío la acompañó, y la lluvia se convirtió en llanto, y aquellos sentimientos tan contradictorios que le hacían tanto daño, acabaron con ella; pero eso no le importaba...
Ella ya había dejado de sentir.

Sad days for sad people

¿Por qué no puede ser esto más fácil?
Confesar aquello que deseo a la persona que quiero es un tormento.
No decir nada, me mata, porque odio ser tan pesimista y tan negativa y tan depresiva y tan estúpida por no poder aguantar nada.
Decirlo, solo empeorará las cosas porque lo más seguro es que no tenga oportunidad. No quiero ser humillada, y si la respuesta no es afirmativa, lo seré.
No quiero odiarme más si me rechazan otra vez. No quiero repetirle a mi cabeza lo horrible que soy. No quiero sufrir por callar y por hablar. No quiero absolutamente nada.
No puedo soportar más impedimentos. No  quiero y no puedo. Esto no hace más que empeorar, cada día que doy un paso para la mejora de mi valentía, hay algo dentro de mí que me invita  a ser cobarde porque así me puedo proteger mejor.
Supongo que me protejo tanto de los demás porque ya tengo suficiente con luchar contra mí misma. Las cosas no van bien. Las clases se me están atragantando y esto solo me hace aflorar agobio y tras ella, un montón de mierda que solo hace que me destruya.
No puedo con tanto odio. No puedo con el peso de la realidad ni con el de mis sueños. Porque sueño, mi mente proyecta aquello que anhelo y mientras estoy esa fantasía, no puedo ser más feliz... Pero despertar es morir.
Solo puedo sentir odio y soledad. Diga lo que diga, haga lo que haga, todo acabará mal.
Toda evasión es dolor, es un recordatorio de lo que huyo.
Nada sirve.
Ojalá elegir no elegir fuera tan fácil como en Trainspotting.

Demencia nocturna #10

Entonces se atreví de mil formas distintas a darte un beso, a demostrarte lo que sentía. Tú me lo devolviste, sonreíste y supe que estabas a mi lado. Toda la noche estuvimos así. Y éramos felices.
Creo que lo peor fue despertarme por la mañana y entristecerme al saber que todo había sido un sueño. Tristeza y rabia. Mi subconsciente es más valiente que yo, y eso me hace envidiarlo. Tengo envidia de una parte de mí misma que sí que consigue las cosas. Creo que no puede ser más raro y más estúpido.
En fin. Quizás sea hora de hacerle caso. O quizás sea hora de irse a dormir y olvidarse de un simple sueño.


(P.D): Sabes que no puedes olvidar ese sueño, zorra. Deja de ser una jodida cobarde.

Random.

Aquí estoy haciendo mil versiones de una historia a partir de una frase común. Estoy frente al ordenador, tecleando sin parar. A pesar de que el internet no falta, no lo tengo abierto. Desconectada totalmente de las redes sociales. De fondo - creo que decir de fondo, al volumen que está es bastante incorrecto- suena Queen, en vinilo, 'A night at the opera', una maravilla (una jodida joya, siendo claros). Solo me debería estar bebiendo una taza de té o algo por el estilo y añadiría la guinda a este sentimiento tan perfecto de estar creando, experimentando y poniendo a prueba mi imaginación.
Bueno, si algo de todo estoy que estoy haciendo, lo enseñaré. Intento participar en un concurso de microrrelatos, y ganar.
Estoy descubriendo que lo más difícil de escribir historias, y cualquier cosa en general, es ponerle título. Esto mismo, no sé cómo demonios lo voy a llamar.
Da bastante pena, dicho sea de paso, que esta sea la primera entrada de año (creo) porque no estoy diciendo nada, vaya. Pero a mí me apetecía decir que me siento bien así, aunque luego tenga que empezar con mis deberes de mates y me deprima, ahora la dicha es buena, así que, venga adiós.