Libérate.

Déjate llevar por una suave brisa de tranquilidad... No pienses en nada, ni si quiera en tu felicidad...
No pienses, no actúes, no hables... Solo deja que el viento se lleve tus problemas.
Cierra los ojos tan solo un segundo... Siente como la brisa acaricia tu piel... Siente como repara tu corazón después de todo el daño que ha pasado... Siente como tus problemas cada vez se hacen más pequeños, más insignificantes, como se van quedando sin ningún valor.
Abre los ojos. Mira el paisaje, mira el mundo que tienes por delante. Ya estés en una gran ciudad, en un campo de trigo, haga frío y no tengas abrigo, da igual, piensa que tu horizonte no tiene límites que alcanzar. Mira los árboles y los edificios... Ahora haz que tu mente se libre de los prejuicios. Observa las cosas con una vista neutral, sin criticar, sin juzgar ni etiquetar.
¿Estás liberado/a? Yo creo que sí.
Cuando dejes salir el daño, cuando dejes que tus pesadillas se conviertan en sueños, cuando consigas que tus problemas no sean de provecho, cuando elimines de capacidad de encasillar, cuando te liberes de todos los rolles que te ha impuesto la sociedad... cuando vueles como un águila batiendo tus alas... cuando no sientas nada, y solo estés tranquilo, olvídate de todo, y ve convencido de que el miedo y la inseguridad, jamás te volverán a atacar.
Simplemente vive.