Supongo...

Es una pena que estemos condenados a vivir en la realidad. Nuestros sueños no se harán realidad.
Cuando me enamoro suelo pensar si pido demasiado, o si simplemente nadie está dispuesto a quererme de la forma que me gustaría.
Me gustaría ser una de esas protagonista de libros, que son amadas hasta el punto de que quieran y adoren cada uno de sus movimientos. Me gustaría tener una historia de amor que no conociera límites, y que se proclamara de forma desmesurada.
Supongo que espero un "tú y yo a tres metros sobre el cielo", un "cállame con un beso", un "en cada vida te elegiré como tú me has elegido a mí"; un "siempre" aunque deteste las promesas.
Grandes esperanzas que se forman en mi mente, solo posibles si tienes con quien hacerlas en el presente. Solo posibles con 2 personas que se amen de verdad.
Dos personas capaces de pronunciar "te quiero" del corazón, que lo valoren y lo sientan de verdad, que además se lo crean aunque se lo hayan dicho un millón de veces.
Eso es amor. Eso es dulzura.
Supongo que por eso me decepciono. Nunca ocurren esas cosas.