21 Dec 2013

Demencia nocturna #7

-Quiero decirte algo.
-Adelante.
-No sé cómo empezar. ¿Sabes cuando tienes esa sensación de impotencia en la vida y solo quieres estallar? Pues quizás es esto lo que me ocurre. Pienso que eres un cobarde. Te encierras en tu casa, juegas a la play, y no haces otra cosa más. Alardeas de que te sobran las chicas, pero a la hora de la verdad nunca te atreves a probar algo nuevo. Tienes miedo. Tienes miedo a enamorarte. Tienes miedo a demostrar lo que sientes. Tienes miedo a ser más maduro. Tienes miedo a crecer. Y por eso nunca eres capaz de hacer nada. Miras al mundo, pero no estás en él. ¿Y sabes qué? Me gustaría que después de toda esta mierda que te estoy largando, que te decidieras a actuar, a elegir en tu vida, a sentir cosas por los demás. Pero yo en el fondo, soy muy parecida a ti. Lo que pasa es que mi cobardía es distinta. Me pánico el rechazo, y el hecho de que mi autoestima dé muchísimo que desear, complementa esto de manera que, me enamoro y nunca hago nada. Estoy paralizada. No tengo salida.
-¿Y ahora qué? ¿Crees que tienes derecho a decirme lo que crees que soy? ¿Has pensando en algún momento en las cosas que yo he vivido y tú no sabes?
-No he pensado en nada. Por eso precisamente te lo he dicho. Porque mis pensamientos me alejan de mi valentía, porque son tan oscuros, tan pesimistas, tan destructivos, que me frenan. Si quisiera, aún puedo parar de pensar y seguir con todo aquello que no llevo a cabo, pero ya es tarde.
-¿Tarde?
-Sí.
-¿Qué quieres hacer?
-Gritarte lo mucho que me cuesta confesarte lo que siento.

2 comments:

  1. ''Me* da pánico el rechazo, y el hecho de que mi autoestima dé* muchísimo que desear''*

    ReplyDelete