Querido terrícola que está leyendo esto:
Mi vida. ¿Cómo es mi vida? Mi vida es una vida. Mi vida son células y materia orgánica (?). La cuestión es, ¿a dónde me lleva? Obviamente sé que a morir, pero me refiero a dónde me lleva mientras vivo esta etapa. La respuesta es: en el futuro lo sabré.
Bueno, después de este inicio todo filosófico e interesantón (y reshulonghh), relataré cosas de mi vida, ya que estamos en democracia y los pequeños gnomitos que me visitan y votan en la encuesta de la (eh... ¿qué lado era?) izquierda, quieren saber cosillas de mi vida, así que haré caso al pueblo, y utilizaré esto como fuente de desahogo porque es sábado por la tarde, no he salido y la única compañía que no me va a gritar ha sido mi ordenador (feel like a friki).
¡COMENCEMOS!
El odio que siento por una compañera de mi clase crece cada día. No la soporto. Me da muchísima rabia la suerte que tiene. ¿Envidia? Sí, pero no solo eso. Es una estúpida. Es de estas típicas personas que cree que todo el mundo en su vida le tiene que hacer caso y hacer la pelota. Cree que todos deben darle todo hecho mientras es una consentida. Te insulta, y luego te suelta que es una broma. Pues a mí no me hace ni puta gracia. Posee un cuerpo perfecto. Con curvas pero flaca. Su único defecto es que tiene demasiados granos, pero hasta los granos le quedan bien. Se entromete en mi vida y en la de todos, y se cree super chachi, pues ni a eso llega. Suspende a más no poder, y en vez de estar castigada, le dejan hacer de todos y le compran lo que quiere. No se merece gran parte de lo que tiene. Pero confío en el karma.
Mi situación con el chico que me gusta... no ha mejorado. O sí. No sé. "Amigos con derecho a roce". Después de comportarnos casi como algo más. Pero claro, preguntarlo es de pesada. Vale, lo pregunto mucho, pero hacía tiempo que no le decía nada. Luego se pone a reírse de mi. Eso sí, al darse cuenta de que pasaba de él, no paró de intentar que cambiase de idea, con una actitud cariñosa y morbosa. Después pasó a la fase de "pues si no me haces caso paso yo también de ti". Conclusión: ¿merezco esto? Y si sé que no lo merezco, ¿por qué me resulta tan difícil intentar olvidar que estoy enamorada de él y pensar algo que me convenga más?
Patricia.
Mi vida. ¿Cómo es mi vida? Mi vida es una vida. Mi vida son células y materia orgánica (?). La cuestión es, ¿a dónde me lleva? Obviamente sé que a morir, pero me refiero a dónde me lleva mientras vivo esta etapa. La respuesta es: en el futuro lo sabré.
Bueno, después de este inicio todo filosófico e interesantón (y reshulonghh), relataré cosas de mi vida, ya que estamos en democracia y los pequeños gnomitos que me visitan y votan en la encuesta de la (eh... ¿qué lado era?) izquierda, quieren saber cosillas de mi vida, así que haré caso al pueblo, y utilizaré esto como fuente de desahogo porque es sábado por la tarde, no he salido y la única compañía que no me va a gritar ha sido mi ordenador (feel like a friki).
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El odio que siento por una compañera de mi clase crece cada día. No la soporto. Me da muchísima rabia la suerte que tiene. ¿Envidia? Sí, pero no solo eso. Es una estúpida. Es de estas típicas personas que cree que todo el mundo en su vida le tiene que hacer caso y hacer la pelota. Cree que todos deben darle todo hecho mientras es una consentida. Te insulta, y luego te suelta que es una broma. Pues a mí no me hace ni puta gracia. Posee un cuerpo perfecto. Con curvas pero flaca. Su único defecto es que tiene demasiados granos, pero hasta los granos le quedan bien. Se entromete en mi vida y en la de todos, y se cree super chachi, pues ni a eso llega. Suspende a más no poder, y en vez de estar castigada, le dejan hacer de todos y le compran lo que quiere. No se merece gran parte de lo que tiene. Pero confío en el karma.
Mi situación con el chico que me gusta... no ha mejorado. O sí. No sé. "Amigos con derecho a roce". Después de comportarnos casi como algo más. Pero claro, preguntarlo es de pesada. Vale, lo pregunto mucho, pero hacía tiempo que no le decía nada. Luego se pone a reírse de mi. Eso sí, al darse cuenta de que pasaba de él, no paró de intentar que cambiase de idea, con una actitud cariñosa y morbosa. Después pasó a la fase de "pues si no me haces caso paso yo también de ti". Conclusión: ¿merezco esto? Y si sé que no lo merezco, ¿por qué me resulta tan difícil intentar olvidar que estoy enamorada de él y pensar algo que me convenga más?
Patricia.
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