Carta a la tristeza:

Querida tristeza,

¡GRACIAS POR REGRESAR!

Nadie te quiere cerca. Nadie quiere disfrutarte cuando le acompañas.

Sin embargo; yo te añoraba.

Dicen que la felicidad es genial. Pero nadie dice sus condiciones ni nada sobre su estancia en nuestras vidas. 

La felicidad viene y se va, tan rápido como abrir y cerrar los ojos. 

Echaba de menos estar triste. Echaba de menos tenerte a mi lado, disfrutar contigo música deprimente mientras mis lágrimas caen por mis cachetes. 

Quizás contigo no consiga sonreír, pero por lo menos siento paz en mí. Siento tranquilidad. 

Adoro tener razones para destruirme.

Gracias por traerme la inspiración que necesitaba. La felicidad me la robó.

Un cálido abrazo por acompañarme en estos días fríos.

Patricia